30 de xaneiro de 2016

El amor es un bisturí

El amor es un bisturí

"…no eres tú, mi dulce amor, no eres tú.
En realidad estoy dando a luz a la mujer."

La flor humana es exhibida al centro de la mesa,
completamente desnuda,
sin la eterna sonrisa del Alba: ella permanece afuera,
acicalando su pelaje púrpura, junto a mi madre y mi esposo.

El río amniótico adereza la ígnea soledad del cuerpo
–sólo es un cuerpo, no un ser.
La palabra alma es un agujero por donde se fuga el oxígeno.

Aquí nada es íntimo.

Alguien, como un escualo, hurga entre la claridad y el agua.
Un nombre desconocido me cubre de azul el rostro.

Ahora el filo, el denso aroma rojo, los dedos
apretados en el látex, la pezuña eléctrica del mar en la ventana,
el grito negro del aire coagulado, su invisible got got got

te están arrancando de mi vientre.
¿Qué es esta redondez fría colgada sobre mis ojos?
Me ha dejado aquí un gigantesco simio, su mirada hueca
se pierde en las corrientes de aire
como el grito de un moribundo al fondo de un pozo.

Todo es insólito, un espacio yerto,
sin forma, sin colores.
Blancas marionetas van y vienen
como grullas de largo pescuezo inyectándole azúcar a la Realidad.

Dos manos de carnicero te traen hacia mí
envuelto en algo incomprensible: un manto de pléyades
o una bufanda de luces.

No reconozco nada en ti.
Las caricias de los bebés molusco se adhieren
a mi sueño con húmedas ventosas.
El milagro retrocede: noches infinitamente largas
esperándote.

Y el cielo abierto, mi amor –te me has caído del vientre–,
una vasija redonda con olor a sangre,
moldura exacta del primer llanto.

Marisol Vera (Ciudad de Maderos, Tamaulias, México, 1978)
de Crónica del silencio, Editorial Letras de Pasto Verde.
Gracias a Emma Gunst
http://emmagunst.blogspot.com.ar/2012/03/marisol-vera-el-amor-es-un-bisturi.html

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